El "Té rojo Salvaje" de Yunnan, de Fengqing en el condado de Linzang.
En términos de apariencia, las hojas se presentan como flagelos largos de un distintivo color marrón burdeos, retorcidos y adornados con delicados esquejes. Su fragancia es profundamente enriquecedora, con toques evocadores de bayas y madera. El licor resultante es claro y exhibe una tonalidad que recuerda a la avellana.
El bouquet de este té, una vez preparado, es refinado y cálido, despliega una riqueza multifacética de sabores que incluyen notas especiadas, amaderadas, miel y cítricas. La fragancia es igualmente profunda y cálida, evocando una sensación de serenidad. El sabor es sumamente rico, con un cuerpo exquisito, y presenta una delicada astringencia que realza su dulzura. Además, se destaca por una ligera acidez cítrica que añade complejidad, todo culminando en un final persistente.
Para preparar este té de manera óptima, se recomienda infusionarlo con agua caliente a una temperatura de 95°C, ya sea en un gaiwan o en una tetera de arcilla porosa. La proporción ideal es de 4-5 gramos de té por cada 100 ml de agua. En la primera infusión, el tiempo de remojo debe ser de unos 6-8 segundos. Luego, continúe con infusiones cortas de solo 2-3 segundos, aumentando el tiempo de infusión en cada paso posterior según sus preferencias. Este té puede ser infundido hasta aproximadamente 10 veces, manteniendo su calidad en cada preparación.
En resumen, el té rojo salvaje de Yunnan, con su refinamiento, brillo y complejidad de sabores, es la elección perfecta para una ocasión especial o un ritual de té solemne. Ofrece una experiencia única y rica en matices que deleitará a los conocedores del té.
